Después de todo lo vivido en este precioso viaje hoy nos enfrentamos a nuestra última etapa de carretera, como sabeis si habeis leido hasta aqui cada vez que salimos de un destino rumbo a otro parte de mi se entristece por dejar atras una ciudad mas de este bonito país y otra parte de mi se emociona con la perpectiva de un nuevo lugar que seguro de nuevo me enamorara, pero en esta ocasión mis sentimientos son diferentes, por un lado dejar Los Angeles no me entristece demasiado ya que en realidad no consiguio cautivarme, por otra parte mis ganas de conocer San Francisco y sus inclinadas calles son inmensas, pero esta etapa tiene algo aún mas especial que hace que mis sentimientos esten a flor de piel y a pesar de todo siento tristeza y una prematura melancolía ya que aún no ha finalizado el viaje y ya lo estoy echando de menos.
Hoy sera nuestra ultima etapa en carretera, ya no habra mas recorridos, salvo los que hagamos cerca de San Francisco, eso si me entristece de veras, tendremos que despedirnos de nuestro incondicional compañero de aventuras que es nuestro coche, el cual a lo largo de los trece mil kilometros recorridos no nos ha dado ni un solo problema a pesar de haberle metido en alguna ocasión en mas de un lío como por ejemplo en nuestro viaje hacia Taos, la reserva india o el Cañon Titus ¿recordais?.
Por eso cuando sonó el despertador y exprese a Santiago mis emociones el me dió animo recordandome que después de esto nos espera Costa Rica, un lugar al que siempre queremos regresar.
Decidí dejar mis melancolicos pensamientos aparcados, no sin decirle a Santiago que seguramente lloraría al abandonar este país del que profundamente me he enamorado, no se si son sus maravillosos y sorprendentes paisajes, su gente tan amable y educada, su comfort ....tal vez sea una mezcla de todo esto junto con las emociones tan intensas que hemos vivido.
Por otra parte tengo que deciros que es cierto que también voy acusando el cansancio de esta vida de nómada y un trocito de mi también desea llegar a casa y no tener que abrir y cerrar mas maletas.
Como veis en este momento soy un cumulo de sensaciones , algo bastante normal en mi como sabeis los que me conoceis bien.
Despues de nuestro encantador desayuno en este acogedor hotel partimos rumbo a San Francisco, mientras comentabamos todas estas impresiones y escuchabamos nuestra música mirabamos por la ventana con mas intensidad que nunca como queriendo grabar en nuestra mente todas las imagenes que dentro de unos dias quedaran en nuestro recuerdo, 560 kms nos separan del final de nuestra particular ruta 66, en apenas seis horas habremos llegado a nuestro destino.
A falta de nuestro querido Craker Barrel ya que no existe ningún establecimiento en el estado de California, nos detuvimos en un encantador lugar que encontramos en el camino, se llamaba Casa de Choo Choo, un típico espacio con restaurantes y tiendas de recuerdos.
Alli tomamos café y continuamos nuestro viaje rumbo a San Francisco.
Como siempre cuando vi aparecer a lo lejos la ciudad me emocioné, alli en el horizonte se dibujaban los grandes edificios y y los majestuosos puentes que prometen hacer de este último destino el final perfecto a un viaje de cine.
El hotel recordaba al hotel de New York , Casablanca, por sus cuidados detalles y sus acogedoras estancias, Santiago quiso elegir un hotel similar para que el principio y el final del viaje nos dejaran este maravilloso recuerdo , las vistas desde la ventana de la habitación eran preciosas, se trata del Hotel Drisco ,podeis visitarlo en la pagina: http://www.jdvhotels.com/drisco/
Hoy sera nuestra ultima etapa en carretera, ya no habra mas recorridos, salvo los que hagamos cerca de San Francisco, eso si me entristece de veras, tendremos que despedirnos de nuestro incondicional compañero de aventuras que es nuestro coche, el cual a lo largo de los trece mil kilometros recorridos no nos ha dado ni un solo problema a pesar de haberle metido en alguna ocasión en mas de un lío como por ejemplo en nuestro viaje hacia Taos, la reserva india o el Cañon Titus ¿recordais?.
Por eso cuando sonó el despertador y exprese a Santiago mis emociones el me dió animo recordandome que después de esto nos espera Costa Rica, un lugar al que siempre queremos regresar.
Decidí dejar mis melancolicos pensamientos aparcados, no sin decirle a Santiago que seguramente lloraría al abandonar este país del que profundamente me he enamorado, no se si son sus maravillosos y sorprendentes paisajes, su gente tan amable y educada, su comfort ....tal vez sea una mezcla de todo esto junto con las emociones tan intensas que hemos vivido.
Por otra parte tengo que deciros que es cierto que también voy acusando el cansancio de esta vida de nómada y un trocito de mi también desea llegar a casa y no tener que abrir y cerrar mas maletas.
Como veis en este momento soy un cumulo de sensaciones , algo bastante normal en mi como sabeis los que me conoceis bien.
Despues de nuestro encantador desayuno en este acogedor hotel partimos rumbo a San Francisco, mientras comentabamos todas estas impresiones y escuchabamos nuestra música mirabamos por la ventana con mas intensidad que nunca como queriendo grabar en nuestra mente todas las imagenes que dentro de unos dias quedaran en nuestro recuerdo, 560 kms nos separan del final de nuestra particular ruta 66, en apenas seis horas habremos llegado a nuestro destino.
A falta de nuestro querido Craker Barrel ya que no existe ningún establecimiento en el estado de California, nos detuvimos en un encantador lugar que encontramos en el camino, se llamaba Casa de Choo Choo, un típico espacio con restaurantes y tiendas de recuerdos.
Alli tomamos café y continuamos nuestro viaje rumbo a San Francisco.
Como siempre cuando vi aparecer a lo lejos la ciudad me emocioné, alli en el horizonte se dibujaban los grandes edificios y y los majestuosos puentes que prometen hacer de este último destino el final perfecto a un viaje de cine.
El hotel recordaba al hotel de New York , Casablanca, por sus cuidados detalles y sus acogedoras estancias, Santiago quiso elegir un hotel similar para que el principio y el final del viaje nos dejaran este maravilloso recuerdo , las vistas desde la ventana de la habitación eran preciosas, se trata del Hotel Drisco ,podeis visitarlo en la pagina: http://www.jdvhotels.com/drisco/
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